Txema Bofill
El Banco Santander roba a un discapacitado de Barcelona con la complicidad de las Autoridades
José Luis Burgos, 48 años, incapacitado en silla de ruedas, ha estado en huelga de hambre 24 días para denunciar el robo de su piso, estafa de un seguro contra el banco Santander. La huelga de hambre, pasada por alto por los medios de comunicación, ha conseguido de momento parar el robo de su apartamento. El Banco Santander, al igual que demás bancos y Cajas, se aprovechan de los más desvalidos: incapacidades, inmigrantes, parados, y a todo tipo de ciudadanos, engañados con hipotecas y estafados. Roban con la impunidad que no les pasará nada y amenazan incrementar los robos a quien osa denunciarlos. Es el típico comportamiento de las mafias.
El Gobierno ha dejado regalados 12.000 millones de euros, dinero de todos nosotros, para salvar algunos bancos y cajas especuladores, ávidos de ganar dinero fácil sin producir nada. Los banqueros y financieros son los mismos que pagan las elecciones y dictan las políticas económicas.
Ahora el gobierno para resolver el problema estrangula los trabajadores, recorta sus derechos y salarios, y alarga las jubilaciones. En lugar de intervenir en favor de los hipotecados, los estafados, los humildes da soporte a los banqueros agilizando los desahucios, los embargos.
La Banca, antes de ordenar al gobierno alargar la edad de jubilación, ha prejubilado 15.000 trabajadores de banca, bastantes años antes de que les corresponda.
El Banco Santander, el banco de Satanás, utiliza descaradamente los políticos, incluido el Borbón (a quien le dieron una carta, que se ha filtrado a los medios, exigiéndole un golpe de timón), y jueces como sirvientas al servicio de sus robos.
Santander está robando a José Luis Burgos su apartamento con crueldad y sin miramientos. El Banco Santander no quiere hacer efectivo un seguro que ha pagado durante muchos años. Los jueces aplican rápidamente las demandas de los banqueros ladrones y eternizan las de los ciudadanos robados.
El robo del Santander no es un caso aislado. Lo que si sorprende gratamente es que un ciudadano se enfrente solo a los dueños de España y se gaste "el poco dinero que tenía, para pedir justicia y mostrar la esencia mafiosa del Santander".
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Queridos compañeros y amigos:
Hoy, día 24 de diciembre de 2010, a las 11,24 h., acabo de regresar a casa después de someterme a una prueba médica para seguir la evolución y control de la huelga de hambre. Desde hace ya varios días que aparece en la orina una importante cantidad de sangre que va en aumento a medida que pasan las jornadas. El consejo médico desde el martes pasado es que abandone ya, sin más demora, la huelga de hambre, ya que de lo contrario podría encontrarme con consecuencias desagradables e irreversibles para mi salud. No hay que olvidar que los problemas de riñón con los que ahora me encuentro, tuvieron su origen con esta protesta en el mes de junio pasado, cuando me encontraba ante las puertas de la Central del Banco de Santander en Zaragoza.
La misma decisión meditada que me llevó a iniciar esta huelga de hambre, es la que ahora, desde hace dos días, me obliga a considerar de un modo profundo si merece la pena continuar con ella, habiendo conseguido ya una importante difusión de la lucha que estoy llevando a cabo. El corazón me pide continuar con la huelga de hambre, pero la cabeza me dice que no puedo ser egoísta en esta decisión y que debo atender a las siguientes circunstancias y conclusiones:
1. Hay tres personas en mi vida que están por delante de cualquier batalla, ellos son mis dos hijos y mi esposa, nos necesitamos y están sufriendo de un modo importante toda esta hazaña que estoy llevando a cabo. Ellos son los motivos de mi lucha, y yo para ellos soy más importante que una vivienda.
2. Al Banco de Santander no le importa lo más mínimo que yo pierda la salud o mi vida en esta protesta. Tienen claro que los beneficios están por encima de cualquier vida humana, no van a traicionar sus principios usurpadores y su naturaleza delictiva; a estas alturas tienen las espaldas bien cubiertas por un gobierno que les ampara, una legislación creada por y para la banca, para defender casi de modo exclusivo sus intereses y beneficios.
3. La grandísima decepción de una clase política que corre para pedir un voto electoral, pero que una vez lo tiene esconde la cabeza bajo el ala y permanece sentada tras las mesas de sus despachos, a la espera de que llegue final de mes para cobrar sus nóminas. Han sido varios los parlamentarios catalanes y europeos que han pasado por delante mío durante estos 24 días que llevo de protesta y huelga de hambre, paseando con sus bolsas de compra del Corte Inglés y grandes firmas pijas del Paseo de Gracia. La mayoría de ellos han aligerado la marcha al pasar por delante de mis carteles, sin prestar la más mínima atención y escurriendo el bulto. Alguno paró y leyó mi protesta, llegando a prometerme que darían apoyo a mi lucha mediante comunicado oficial y, viniendo al lugar con algunos medios de comunicación, pero nada de eso se produjo y una vez más faltaron a su promesa.
A pesar de ello he decidido continuar, con más intensidad si cabe, mi lucha y protesta ante las puertas del Santander en Paseo de Gracia de Barcelona, abandonando la huelga de hambre, ya que la batalla se presume larga y necesito una gran fuerza mental y dialéctica para llevarla a cabo.
No me daré por vencido y no va a haber nadie, ¡absolutamente nadie! que nos eche a mi familia y a mi a la calle de forma injusta. Hay que poner fin a este choriceo generalizado y a esta dictadura de la banca, con la suma y la unión de todas las personas afectadas y/o comprometidas con una justicia social y unos valores humanos y democráticos.
Quiero agradecer de todo corazón el apoyo que estoy recibiendo de muchos rincones del país, y en especial a esas personas y organizaciones que estáis a diario conmigo y que me habéis hecho sentir que no estoy solo, que mi lucha es la de muchísima gente que sufre atropellos diarios en este país, y que merece la pena el sacrificio que estamos llevando a cabo.
No quiero finalizar mi texto sin felicitaros a todos en estas fiestas de navidad y transmitiros un mensaje de esperanza y generosidad, para dejarles claro a estos repugnantes banqueros, indignos políticos y degradados medios de comunicación, que todavía hay valores muy vivos en esta sociedad. Que todavía hay muchísimas personas que ponen su talento a disposición de los demás, para hacerles la vida más agradable mientras otros intentan destrozarlas.
Este es un vídeo del lugar de trabajo de mi hija Laura. Varios años de estudio para obtener una licenciatura de pedagogía, y actualmente haciendo lo propio en psicología, un esfuerzo y sacrificio para poner todos sus conocimientos al servicio de personas que necesitan su cariño, pero que también ofrecen todo el amor que tienen sin ningún tipo de reparo. Ella es feliz escogiendo este camino y a mi me hace feliz que lo sea, porque tanto Laura como mi hijo Marc tienen claro cual es el camino de la felicidad, ellos son el orgullo de mi esposa y mío, y nos reconforta saber que sus pilares se fundamentan en unos valores humanitarios.
Sería importantísimo que los banqueros y políticos tomasen nota, porque es obvio que en este mundo no hay cabida para valores tan opuestos.
José Luis Burgos
Barcelona, 24 de diciembre de 2010
extraido de: http://lahaine.org/
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