"La lucha y la solidaridad son el único camino".

C.A.O.S. (Asamblea por la Lucha Obrera de Alcorcón - Asamblea Autónoma de Trabajadores/as Madrid sur) queremos ser un punto de encuentro para la participación asamblearia y de carácter plenamente horizontal. Vemos necesario construir un espacio donde generar una respuesta conjunta por parte de colectivos, iniciativas, organizaciones y personas a título individual para hacer visible, de esta manera, la situación social y laboral generada tanto por los desmanes, como por los efectos intrínsecos al sistema capitalista.

La finalidad es conocernos, reflexionar y sobre todo, sentar las bases para el trabajo común, a través de la acción directa y el apoyo mutuo entre las personas en activo o desempleadas, independientemente del origen que se tenga.

Ha llegado el momento de comenzar a tomar la gestión de nuestras propias vidas.


C.A.O.S Coordinadora de Asambleas Obreras del Sur

jueves, 28 de febrero de 2013

Mirando al ciudadanismo y las mareas con gran recelo...




    Desde c.a.o.s. siempre, desde el primer día del fenómeno 15M y "mareístico", hemos considerado al ciudadanismo con gran recelo.

      http://asambleaautonomazonasur.blogspot.com.es/2011/08/sobre-15-emes-apoliticismos-discurso.html

     http://asambleaautonomazonasur.blogspot.com.es/2012/05/12-m-en-madriz-lleno-absoluto.html


    Reproducimos un artículo de Aurora Despierta sobre el asunto.
    ¡Guerra de clases !

23 F Balance. Ahogando en la marea ciudadana la conciencia y unidad de los trabajadores. Cómo organizar un tsunami por Aurora Despierta.



No he podido abordar la convocatoria del 23 F Mareas hasta ahora porque con mis limitadas fuerzas he debido centrarme en cuestiones que eran para mí más importantes a medio y largo plazo, reflejadas en mis artículos publicados en Kaosenlared. Además, con anterioridad ya había escrito varios textos que podían servir de inspiración para evitar caer en esta trampa del 23 F Mareas.
Sé que con éste me ganaré el rechazo de muchos, pero espero que otros, sobre todo trabajadores/as, aprovechen mi esfuerzo para evitar que vuelvan a engañarles.
No escribo buscando el aplauso de los incautos, ni para promocionarme entre los embaucadores. Me debo a lo que considero la verdadera defensa de los intereses de mi clase, la clase trabajadora, que, consciente de sí (no como ahora), representa los auténticos intereses del presente y futuro de la Humanidad. No me debo a los de una ciudadanía que se somete al explotador régimen asalariado del trabajo capitalista y al “imperio de la ley” del Estado burgués, que a lo más pide cambios superficiales y de fachada, hace el juego a los que buscan cambios gatopardianos, o sea, darnos gato por liebre, “cambiarlo todo para que lo fundamental siga igual”, y que equivocándose de rumbo va derecha a su propia derrota por muchos años.
Que nadie me malinterprete ni falsifique. No puedo estar sino del lado de todos aquellos/as que, de buena fe, se manifestaron el sábado 23 de febrero por las calles de numerosas poblaciones del estado español protestando contra las agresiones del capital y los recortes del Estado burgués, y contra esta farsa de democracia. El mérito del 23 F, hasta dónde haya llegado en la conciencia y espíritu de lucha de los trabajadores/as, corresponde a los participantes, no a la ideología e intenciones de los convocantes, tal como se revela en su comunicado.
Precisamente porque respeto a los manifestantes mucho más de lo que lo hacen los promotores de la convocatoria, es por lo que debo denunciar su planteamiento, y advertir a los trabajadores/as de que están siendo víctimas de una estrategia de manipulación. Y lo voy a demostrar a todos los que queráis conocer la verdad, y por ello estéis dispuestos a leer este texto hasta el final.
No son amigos nuestros quienes nos dan palmaditas en la espalda diciendo “es verdad, que mal lo estás pasando; pero no te preocupes, lucha por esto y lo solucionarás” cuando el objetivo no es el que necesitamos, sino una desviación, un callejón sin salida. ¡Y eso es lo que ha hecho la iniciativa 23 F Marea Ciudadana! Y lo demostraré.
¿Os habéis preguntado por qué la convocatoria del 23 F no ha exigido algo tan básico, en lo que todos los trabajadores/as estamos de acuerdo, como es la ¡Derogación de la Reforma Laboral! y ¡Subsidio digno para todos los parados!?
¿Os habéis preguntado cómo puede ser que en toda la convocatoria no aparezca ni una sola vez el concepto “clase trabajadora”, ni siquiera la palabra “trabajadores” y siempre esa basura terminológica de “ciudadanía” que incluye a los que nos explotan, a los que nos roban, a los que nos reprimen y a todos estos aspirantes a “chupar del bote”?
¿Creéis que esta movilización servirá para conseguir algo? No servirá ni a medio plazo porque no lo pretendía. Por eso los convocantes no levantaron ni una sola reivindicación concreta, importante, decisivas como son: ¡Derogación de la reforma laboral! ¡Ni un parado sin subsidio! ¡Derogación de la Ley de Estabilidad, “madre” y “motor” de todos los recortes, y ruptura con su “padre” el TSCG de la U.E.! ¡Dimisión de los gobiernos comprometidos con estas leyes y Tratado y que no accedan a nuestras reivindicaciones! Sólo pretendían utilizarnos como masa de presión en sus maniobras, y de paso que nos desfogásemos, aliviar presión al sistema y habituarnos a un modo de lucha que no es tal.
¿Por qué todo esto? Aquí van las respuestas. ¿Qué exagero o soy una sectaria? Aquí van las pruebas.
1.- Los que controlan el 27 F Mareas son los pequeños burgueses, no los trabajadores a los que reducen a ciudadanos para mejor engañarlos y explotar
Todo el planteamiento oficial del 23-F Marea Ciudadana pretende ahogar la conciencia de los trabajadores/as, como clase diferente, independiente y contraria a la burguesía y su Estado, en la marea amorfa de la ciudadanía, en la que se mezclan sin distinción desde el trabajador/a con empleo, el parado/a, el funcionario, el autónomo y pequeño comerciante, y de ahí para arriba.
En este revoltijo, quien gana es el nivel de conciencia “mínimo común denominador”, pero, por “unir a todos”, el más elemental, que es el que comparte gran parte de los mitos y mentiras propios de la sociedad capitalista y del Estado burgués “democrático”.
Y ni siquiera es cierto que así se una más gente. Porque la motivación para movilizarse depende también del para qué y si eso vale la pena el esfuerzo en la propia localidad o trasladarse a Madrid; y con objetivos descafeinados, no tanto. Incluso si la movilización fuese más reducida en lo inmediato (lo que no es cierto si se hubiese incluido la exigencia de derogación de la reforma laboral y subsidio de paro para todos), pero su impacto social y ejemplarizante mucho más fuerte por las reivindicaciones planteadas, es mejor eso que una masa mayor para un día sin apenas efectos favorables para los siguientes. A veces, menos es mucho más, porque prima la calidad sin despreciar la cantidad. Y de lo que se trata es de avanzar rápido en fuerza y combatividad uniendo al máximo posible de trabajadores/as.
Así se avanza muy poco y además en la dirección equivocada. Así se pierde un tiempo precioso ante la ofensiva del conjunto de la burguesía europea y mundial (a través del FMI sobre todo, por medio de la Troika) que busca derrotarnos en muy pocos años. El 23 F aporta lo suyo a esa derrota aunque parezca hacer lo contrario.
Antes de pasar a exponer todas las pruebas. A todos los que os dejáis deslumbrar por las movilizaciones, una reflexión importante. Para impedir la derrota histórica, la dinámica, marcha y evolución de las luchas, debe estar a la altura del reto del momento histórico, tanto en cantidad (número de huelgas y huelguistas, de protestas, manifestaciones y participantes, etc.), como sobre todo en calidad (reivindicaciones, formas de lucha y organización, unidad, solidaridad, combatividad, etc.). De lo contrario, más movilizaciones, más votos para la izquierda, pueden acompañar perfectamente un proceso de derrota aplastante. Basta analizar seriamente lo que ocurrió en Alemania antes de la subida de Hitler al poder para que se evaporen todas las ilusiones del espectacularismo y cuantitivismo movilizador y electoral. Traducido, mucho ruido y pocas nueces, mucha agitación y poco dar en el centro de la diana, o correr como pollos sin cabeza. El 23-F Mareas no está ni por asomo, ni tendencialmente, ni potencialmente, en la vía de avance para llegar a la altura del reto histórico de impedir nuestra derrota por la imposición del nuevo régimen económico y social de la Unión Europea bajo el Tratado de Estabilidad (TSCG) y las reformas laborales regresivas. Al contrario, prepara nuestra derrota bajo la apariencia de luchar contra ella. Mil movilizaciones en la línea de 23 F Mareas no evitarán la derrota, sino que nos conducirán directamente a ella. Os lo demostraré. ¡No hay mejor forma de derrotarnos, que el enemigo agite la bandera roja para confundirnos, le sigamos y nos lleve a una encerrona! Quien desee profundizar en esto, lea mi texto “Alertas, es el Proceso de Derrota”, enlace abajo. Y prosigo.
¿Por qué tanto centrarse en el sector financiero y no decir ni pío del capitalismo? El punto de vista dominante en la convocatoria es de los miembros de la clase media de autónomos, pequeños propietarios de negocios, titulados universitarios en paro, y de la clase media asalariada en particular (funcionarios, médicos, profesores, técnicos...). Es típico de este sector social quejarse de los recortes (sueldo funcionarios, impuestos, peor sanidad, educación, inversión en I+D, etc.) porque les afecta como empleados y usuarios de servicios, pero no atacar las relaciones sociales capitalistas, el régimen asalariado del trabajo. Unos centran su atención en la relación que tienen con su contratante, el Estado, pero desligado del sistema capitalista del que forman parte. Todos centran sus ataques en el sistema financiero, no sólo por el coste que supone a todos nosotros su rescate y el pago de la deuda y sus intereses, sino porque eso desvía recursos del Estado de lo que es su fuente de trabajo (funcionarios y empleados públicos, inversión en I+D, etc.), o en el caso de los autónomos, porque ese sistema financiero les ahoga con la falta o carestía del crédito, poniendo trabas a los “emprendedores” de la clase media.
Su ambición por tanto es sobre todo librarse de esta carga y restricción, y servirse del Estado para impulsar las políticas con ese objetivo. Para ello están dispuestos a manipular al resto de los trabajadores/as para que les sirvamos de comparsa o masa de maniobra. Por eso limitan su ataque a “las élites financieras”, nada de cuestionar el régimen asalariado del trabajo, la pequeña y mediana empresa, incluso la gran empresa industrial y comercial; sólo atacar a la banca, que tiene las espaldas muy anchas para aguantar el chaparrón, y servirá de “cabeza de turco”, para desviar del capitalismo los golpes populares.
¿Por qué no se exige la derogación de la reforma laboral y el subsidio para todos los parados? Pues porque los funcionarios no están tan apremiados por este problema, y sobre todo porque a la clase media aspirante a “emprendedora”, le viene muy bien, a la hora de explotar a sus asalariados, las ventajas de la reforma laboral, y que una enorme masa de parados sin subsidio presionen a la baja los salarios y condiciones de trabajo, y se instale el temor al paro entre los empleados. Este es el secreto de tan clamoroso y sospechoso silencio.
Su gran estima por todos los mitos de la “Democracia”, de la participación en el Estado burgués, se debe a que, en el caso de los funcionarios, tienen una especial identificación con el Estado, forman parte directa de él, es “suyo”; y en el caso de los autónomos y aspirantes a “emprendedores”, cuentan con el Estado y la presión popular que manipulan para imponer las leyes que a ellos les benefician.
2.- Una lucha inservible para los trabajadores porque no ataca ni la Reforma Laboral ni la Ley de Estabilidad, y protege la estrategia de la burguesía
De ahí que denuncien a “los mercados”, “sistema financiero”, pero nunca al capitalismo, la propiedad privada capitalista y la explotación del trabajo asalariado. Esa denuncia tan etérea y descafeinada la puede hacer hasta un capitalista que no sea banquero. Los promotores quieren rehuir de todo lo que nos acerque a ese cuestionamiento. Por eso no se denuncia algo tan grave como la escasez y recorte en las prestaciones y subsidios de desempleo, que una buena parte de los parados ni los tengan, y que los objetivos de déficit del Pacto de Estabilidad (inferior al 3%) presionen para que así siga siendo. Por eso no llegan ni siquiera a la conclusión a la que llegamos hoy todos los trabajadores/as que no nos chupamos el dedo: la denuncia y la exigencia de ¡Derogación de la Reforma Laboral! Esta es una reivindicación tan común a todos los trabajadores/as, con tal fuerza para unificar y extender las luchas, que callarla es muy revelador de que los promotores no comparten de verdad nuestros intereses, ni están por que los trabajadores/as marchemos por nuestra cuenta, uniendo y extendiendo las luchas con esa reivindicación.
Cierto que se menciona “el creciente desempleo”, “el ataque…a los derechos laborales y sociales”, pero eso es demasiado genérico, obvio hasta para el más retrasado, y no aporta nada si no se apunta a la diana correcta y con la munición adecuada.
Eliminando estas denuncias se evita que el protagonismo en la lucha pase sobre todo a la clase trabajadora y que se ponga por delante sus intereses comunes en lugar de dispersarla en sus intereses más particulares, locales o corporativos (la marea de tal o cual color), por tanto, potenciar su conciencia de clase única frente al enemigo común.
¡Que a estas alturas se convoquen manifestaciones por toda España y no se aproveche para exigir la Derogación de la Reforma Laboral, y el subsidio para todos los parados, clama al cielo! No cabe mayor desperdicio de nuestro esfuerzo movilizador, prueba de que no están del lado ni de los intereses más inmediatos de la clase trabajadora.
Denuncian los recortes sociales, pero a estas alturas eso es bien poco. No se aporta nada sólo recogiendo el malestar y la denuncia de todos contra esas agresiones, si se oculta de dónde viene realmente el ataque, cuáles son la “armas de destrucción masiva” del enemigo. Los convocantes, junto con el Gobierno, la Confederación de Sindicatos Europeos (CES), CCOO, UGT, partidos de izquierda y otros muchos, forman parte de la conspiración del silencio para ocultaros lo que yo vengo denunciando desde hace tiempo y lo prueba el articulado del Tratado y la Ley, las declaraciones de muchos, y mis análisis detallados: la Ley de Estabilidad (Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera), “hija” del Tratado de Estabilidad de la U.E. (Treaty on Stability, Coordination and Governance in the Economic and Monetary Union; siglas en inglés TSCG), es la “madre” y “motor” de todos los recortes. Como denunciaron 80.000 trabajadores franceses manifestándose en París el 30/09/2012, el TSCG es el Tratado de la Austeridad a Perpetuidad. Sólo deciros, para quienes todavía no lo sepáis que la Ley de Estabilidad es todavía peor que el Tratado.
Para los que todavía no os habéis enterado, ved las pruebas en video http://www.dailymotion.com/video/xu018x_tscg-le-bras-de-fer-commence_news?ralg=meta2-only#from=playrelon-3 , más imágenes en mis textos versión PDF “Ignacio Ramonet…” y “Para Vencer…” enlaces abajo, y mi análisis y en otros, también abajo).
¡Que a estas alturas se convoquen manifestaciones por toda España y no se aproveche para exigir la Derogación de la Ley de Estabilidad y la ruptura con el TSCG, es más, que ni siquiera se aproveche para avanzar en el conocimiento y denuncia de esta ley, clama al cielo! No cabe mayor desperdicio de nuestro esfuerzo movilizador, prueba de que no están del lado ni de los intereses más inmediatos de la clase trabajadora y de los más amplios sectores populares. Es la prueba de que esta gente está interesada en preservar los intereses estratégicos de la burguesía europea, lo fundamental del nuevo régimen económico y social, mucho peor de lo que tenemos ahora. Y en esa Transición estamos, hasta que el TSCG esté plenamente en vigor en 2020 (ahora lo está casi todo, porque ya condiciona toda la política económica, los Presupuestos Generales del Estado, los recortes).
Insisto, si todavía no sabes de lo que estoy hablando, por la cuenta que te trae, por la cuenta que nos trae a todos, hazte y haznos el favor de estudiar los análisis que he hecho y, si buscas, verás que los expertos comparten, aunque también sean víctimas de la maniobra de silencio.
Cuestionar la Ley de Estabilidad y el TSCG es poner en un serio aprieto a la mayoría de los partidos que se ha pronunciado a su favor, aprobando la ley o ratificando el TSCG: PP, PNV, CiU, UPN, UPyD, PSOE.
El silencio es tanto más clamoroso porque el comunicado denuncia la reforma del artículo 135 de la Constitución (gobierno PSOE de la mano del PP, en agosto-septiembre de 2011). Pero sólo la pone en relación con la prioridad al pago de la deuda, cuando esa reforma también incluía y abrió la puerta a los máximos de déficit y deuda pública del Tratado de Estabilidad de la U.E., y a la española Ley de Estabilidad. Son sobre todo esos objetivos de déficit los que ahora y en los próximos años nos irán matando, pero sobre los que no dicen nada porque serviría para unir ya todas las luchas.
Son tan falsos que, después de denunciar el artículo 135 y de no denunciar todas sus consecuencias, ¡son incapaces ni de pedir la derogación del artículo 135 de la Constitución! Entonces ¿para qué llaman a protestar? ¿Sólo para dar nuestra opinión y para que nos desgastemos peleando por objetivos menores en una tarea interminable, porque mantenemos abierta la fuente de todo, el reformado artículo 135, el TSCG y la Ley de Estabilidad? Esto es tan canalla como protestar por el franquismo, pero decir que había que luchar contra tal o cual ley menor, y no por derribarlo.
¡Que a estas alturas se siga callando esto, es parte de la maniobra de ocultamiento de la verdad a la clase trabajadora y sectores populares! Si quieres pruebas, las tienes a montones en mis escritos. Si quieres que te sigan tomando el pelo, no te molestes en leer nada. Pero luego no digas ¡me han engañado, yo no sabía! No, tú no querías saber.
3.- No sirve para unificar las luchas tras objetivos comunes, sino para seguir manteniéndolas aisladas, incluso en las manifestaciones conjuntas
En vez de levantar las mencionadas reivindicaciones comunes a toda la clase trabajadora y sectores populares no explotadores (ellos ya lo son o aspiran a serlo como “emprendedores”), lanzan eslóganes melifluos, auténticas “mariconadas” (con permiso de mis amigas lesbianas) a estas alturas de la feria, como “Por la Democracia, la Libertad y los Derechos sociales”. ¡Chorradas con tal de no exigir algo concreto, que de verdad nos liberará de una enorme agresión, nos hará más fuerte y debilitará a nuestros enemigos! Porque, contéstate tú lector ¿qué prefieres: esas palabras vacías o la exigencia de derogación de lo que nos está machacando y de soluciones para los parados?
Saben que con la actual correlación de fuerzas es imposible la Auditoria de la Deuda y que se declare ilegítima. Puestos a ello, podrían haber denunciado que toda deuda es ya ilegítima porque, bien viene del rescate al sistema financiero o es provocada por el déficit, a su vez causado enteramente por el fraude fiscal de la burguesía, sobre todo de las grandes empresas y fortunas, pero también de la mediana y pequeña empresa.
Piden “Justicia social” pero no la habrá con la reforma laboral y la Ley de Estabilidad y toda su cadena de recortes y nuevas cargas, entre ellas contra el derecho de subsidio de todos los parados.
Piden “Servicios Públicos y Universales” pero no los habrá si siguen en pie la Ley de Estabilidad y el TSCG, que ya ha sido denunciado tanto en Europa, como en España, como en Portugal, como el del desmantelamiento del Estado de bienestar, el beso de la muerte, la “regla de plomo” que nos hundirá.
Piden “Justicia ambiental” pero no habrá verdadera lucha contra el Cambio Climático, con los límites al déficit y a la deuda de la Ley de Estabilidad y el TSCG.
Todo sea con tal de no levantar las reivindicaciones comunes más importantes, relevantes y que de verdad les harán daño como son:
¡Derogación de la Reforma Laboral! -- ¡Ni un parado sin subsidio digno! -- ¡Derogación de la Ley de Estabilidad, “madre” y “motor” de todos los recortes, ruptura con el TSCG de la U.E.! -- ¡Dimisión de todo gobierno comprometido con estas leyes y tratado!
Esta Marea obedece a un propósito más, común a otros procesos en Europa. Encauzar las protestas de modo que la lucha diaria siga aislada antes y después del 23-F, y de que las luchas europeas sigan también aisladas en el marco estatal. Así podrán aislarnos, agotarnos e ir empujándonos a la derrota, como en Grecia.
Antes y después del 23 F las luchas siguen aisladas porque no existen unas reivindicaciones comunes capaces de unificarlas, como sí son las que aquí he planteado. Las diferentes mareas y sus colores (blancas los médicos, verdes los profesores, negras empleados públicos, etc), con sus objetivos específicos, se manifiestan en orden, pero sin objetivos unificadores más que un genérico y engañoso “Contra los recortes y por una verdadera democracia”. Juntas, pero no unidas. Pretender que la reclamación de una Auditoria y los otros propósitos, son capaces de unificar las luchas desde las empresas, centros de trabajo, de estudio y barrios, y sobre todo de aspirar a unos objetivos que derroten la ofensiva de nuestros enemigos, es una tomadura de pelo, porque mantienen en pie lo fundamental: la reforma laboral y la Ley de Estabilidad, y porque supone unos plazos tan largos que no podemos permitírnoslo pues para entonces ya estaremos derrotados. Luchar no es el derecho al pataleo, ni la queja festiva, sino apuntar a objetivos concretos que nos hagan avanzar a nosotros y retroceder a ellos en el tiempo en que lo necesitamos, no cuando ya nos hayan vencido.
Evitando la lucha contra la Ley de Estabilidad y su “padre” el TSCG, se evita levantar la reivindicación común a todos los trabajadores/as europeos (no lo es el impago de la deuda) y por tanto, que se dé un proceso real de unificación de las luchas entre Portugal, España, Francia, capaz de hacer entrar en crisis la Transición al nuevo régimen económico y social de la U.E. La huelga general del 14-N era en gran parte un engaño porque ocultaba el TSCG y eludía esa lucha.
El resultado de las elecciones italianas es una expresión distorsionada del rechazo a los recortes. Si queremos, como vengo demostrando con mis artículos y argumentos, podemos levantar una lucha desde Lisboa a Berlín, pasando por España, Italia, Francia, para acabar con el “padre” y “motor” de todos los recortes europeos, el TSCG.
4.- La democracia en su versión Yupi-yupis, nos lleva a la Transición al poco democrático nuevo régimen económico y social de la U.E.
A esta gente le preocupa mucho el descrédito de esta “democracia”. Por eso, para evitar el desprestigio mayor de la democracia burguesa y del PSOE, silencian sus “armas de destrucción masiva”: la Reforma Laboral, la Ley de Estabilidad y el TSCG.
El nuevo régimen social de la U.E. con su pilar básico del TSCG, será un régimen de democracia recortada a base de desmantelar el “Estado de bienestar”, puño de hierro en las relaciones laborales, y recortes en las libertades con un mayor arsenal legislativo y bélico contra la clase trabajadora y el pueblo. Al no cuestionar ni la reforma laboral, ni la Ley de Estabilidad, quieren salvar e imponer completamente las claves maestras de la Austeridad a Perpetuidad, del régimen del TSCG y de las contrarreformas laborales.
Una democracia con la reforma laboral y la Ley de Estabilidad, con el desamparo de millones de desempleados, es decir, con la dictadura en las empresas, y los recortes brutales en los gastos sociales, es una democracia en el papel, de cartón-piedra. Por mucho que estos post-modernos de diseño la vistan de seda con su “participación”, “iniciativa legislativa popular”, “reforma de la ley electoral”, “división de poderes”, “transparencia”, etc., mona se queda.
Una vez estemos derrotados, más sometidos, acobardados, los únicos transparentes vamos a ser nosotros/as de lo vigilados y controlados que vamos a estar, y la burguesía andará con las manos libres para todo tipo de chanchullos porque no habrá quien les pueda impedir nada. ¿Qué “participación” es esa en la que nos pueden superexplotar en la empresa, despedir, etc., gracias a la reforma laboral; o a cuenta de los objetivos de déficit, no tener derecho a un subsidio de paro; o por cumplir con el TSCG, controlar los Presupuestos Generales del Estado desde la Comisión Europea e imponer todo tipo de recortes para cumplir con los objetivos del déficit y de la deuda, y de no hacerlo, graves sanciones?
Estos listos, cargados de títulos universitarios, de masters del universo, son la combinación perfecta de ignorancia y “astucia” pequeño-burguesa. Muchos viven en el “mundo de Yupi” (en el doble sentido de idealización del mundo y añoranza de los tiempos de los yupis, los jóvenes profesionales especialistas en los negocios de enriquecimiento rápido) haciendo propuestas que parecen globos de colores en medio de un bombardeo.
Nos recuerdan en la convocatoria las manifestaciones posteriores al 23-F de 1981. El 23-F y aquellas manifestaciones sirvieron para engancharnos al “rey que nos ha salvado del golpe”, bendecir definitivamente la Transición, la Constitución y la democracia burguesa con la que nos han explotado y conducido hasta esta situación. Así que no hay motivos para celebrarlo, salvo que queramos engañar, como entonces, a la clase trabajadora y el pueblo.
Y eso tiene sentido. Porque esta gente, en realidad está trabajando para la Transición al nuevo régimen económico y social de la U.E., pero haciéndole un “lavado de cara”. Claman por una “verdadera Democracia”, pero no habrá tal si sigue en pie la Reforma Laboral y la Ley de Estabilidad, y esas son para ellos intocables.
Todo esto en el fondo forma parte de una Marea: la que está preparando la salida del régimen de la Transición en quiebra, a la Transición más ordenada al nuevo régimen económico y social de la Unión Europea del Tratado de Estabilidad (TSCG), cabalgando, encauzando y llevando a callejones sin salida el descontento y la protesta popular.
Al contrario de lo que dice el título y contenido de la convocatoria, es imposible una verdadera democracia para la clase trabajadora y los sectores populares no explotadores mientras exista el capitalismo y esté en pie el Estado burgués. Puede haber ciertos niveles de democracia, de libertades, pero nunca lo que de verdad necesitamos los trabajadores/as para ser ciudadanos totalmente libres y soberanos de nuestro destino, es decir, liberados del régimen asalariado del trabajo y de la miseria del paro ocasionada por ese mismo régimen. Quien diga lo contrario, falta a la verdad, por inconsciencia, ignorancia o puro engaño.
A los convocantes, más que una verdadera democracia (solo puede serlo desmantelando el Estado burgués), lo que les interesa es que no se desacredite del todo la actual democracia, es decir, la democracia burguesa, y ponerla más en consonancia con los intereses de cierta clase media. Es a eso a lo que se refieren con un “Estado Social y de Derecho”, pero con el régimen social capitalista y el derecho burgués, por supuesto. Y ese capitalismo, ni siquiera en los países ricos puede prometernos una nueva tanda de años 50 y 60 del siglo pasado, sino más austeridad, más pobreza, más miseria, de la mano del TSCG sobre todo.
¡No os dejéis engañar por las palabras bonitas! En la actual Constitución las hay a patadas y ya sabemos para qué sirven: para darnos de patadas.
No me extenderé. He escrito ya más de un centenar de páginas dedicadas a todo esto en un montón de análisis detallados y artículos varios, publicados todos por Kaosenlared.
5.- El oportunismo y la incompetencia de los que se dicen revolucionarios
En vez de afrontar directamente todo esto, algunos de los que se dicen revolucionarios, con su participación acrítica han contribuido a la maniobra de engaño, y son incapaces de presentar una alternativa para la verdadera unificación y avance de las luchas. Deplorable.
6.- Aprendamos la lección para no volver a caer en los cantos de sirena de los “ciudadanistas”
Atiende a esto si no quieres volver a hacer el papel de tonto útil al que pasean con este tipo de manifestaciones creyendo que antes o después servirán para algo bueno para nosotros, cuando en realidad estás perdiendo un tiempo social y político precioso ante la ofensiva conjunta de la burguesía europea y mundial, y colaborando en tu propia derrota histórica por muchos años con la instauración de un régimen mucho peor en la Unión Europea.
El 23 F Marea Ciudadana Unida, ha sido un golpe contra la conciencia de la clase trabajadora y la verdadera unificación y extensión de las luchas. Tras la marea, viene la marea baja de vuelta a cada lucha aislada en su sector, etc., sin capacidad de unificarse porque les faltan reivindicaciones comunes. En tanto, la burguesía y el Estado han soltado presión a la olla social gracias a la válvula de escape del 23 F, haciéndonos perder, en planteamientos erróneos, un tiempo precioso y energías. Ha quedado en evidencia que ni siquiera el PP se ha asustado por este 23 F, a pesar de la situación tan delicada en la que se encuentra el país, las perspectivas económicas, el desprestigio del régimen. Muy diferente habría sido si se hubiese exigido la derogación de la reforma laboral y la Ley de Estabilidad. Por eso, el 23 F Marea Ciudadana Unida, en el fondo es un golpe del Estado y el capital contra la conciencia de la clase trabajadora, como lo fue la respuesta democrático-juancarlista tras el 23-F de 1981.
Esto es lo principal y no que se hayan producido movilizaciones. No debemos dejarnos engañar por los resultados a corto plazo, sino tener en cuenta, las consecuencias a medio y largo plazo a causa de una maniobra de manipulación de nuestra clase y el pueblo. Todo esto forma parte de la misma dinámica ciudadanista tramposa ya conocida en el 15-M y en el 25-S.
La victoria no vendrá de la mano de mareas ciudadanas, recogida de millones de firmas, iniciativas legislativas populares, etc., sino ante todo de la unificación y extensión de huelgas, protestas, manifestaciones, huelgas locales, regionales, estatales y europeas, con reivindicaciones comunes que disparen a la línea de flotación de la estrategia conjunta de la burguesía europea. Y para organizar esto, no podemos dejarlo en manos de los sindicatos, debemos tomar la iniciativa desde las asambleas en los centros de trabajo, estudio, barrios. Todo lo demás, es sobre todo crear ilusiones, pérdida de un tiempo precioso, sembrar el camino a la derrota.
La verdadera unificación y extensión de las luchas pasa por las empresas, centros de trabajo y estudio, barrios populares, en base a las reivindicaciones compartidas, y en especial con estas grandes reivindicaciones comunes a toda la clase trabajadora y sectores populares no explotadores, tanto en España, como en Europa:
¡Derogación de las reformas laborales regresivas! -- ¡Ni un parado sin subsidio digno! -- ¡Derogación de la Ley de Estabilidad, “hija” del TSCG de la U.E., “madre” y “motor” de todos los recortes, austeridad y pobreza a perpetuidad antes y después de 2020! -- ¡Derogación de la reforma del artículo 135 de la Constitución y ruptura del TSCG! -- ¡De Lisboa a Berlín al TSCG daremos fin! -- ¡Dimisión de todos los gobiernos comprometidos con esas leyes y Tratado!
¡Si el capital y su Estado nos impiden trabajar, también tenemos derecho a vivir: ni un parado sin subsidio digno! -- ¡Somos trabajadores. No será la ciudadanía la que nos libre de la explotación de la plusvalía, sino la superación del régimen asalariado del trabajo y su ciudadanía burguesa! --- ¡PASA ESTE ARTÍCULO, evita que otros vuelvan a caer en la trampa!

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